Cyril Muller tiene más de 20 años de experiencia en monitoreo geodésico. Es ingeniero en Geomática, con experiencia en monitoreo de infraestructuras en Suiza. También ha sido project manager en proyectos fotográficos y LiDAR en Europa, África y América Latina. Completó un doctorado en la Universidad de Bristol, investigando el monitoreo geodésico de volcanes como el Tungurahua en Ecuador y el Arenal en Costa Rica. Actualmente, es académico en el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica, enfocado en el monitoreo tectónico y volcánico del país.

Descubriendo la Estructura de los Volcanes Costarricenses Irazú y Turrialba a partir de observaciones geodésicas.

Jueves 19 de Setiembre de 2024 / 13:25 PM - 13:50 PM

En este estudio abordamos el desafío significativo que representa la distribución espacio-temporal de la actividad volcánica para las medidas de mitigación de riesgos, un campo aún ampliamente inexplorado en la mayoría de los sistemas volcánicos. Reevaluamos la deformación observada por medio de una nivelación geométrica, que cubrió la tragedia nacional de la erupción del volcán Irazú en Costa Rica entre 1963-1965, utilizando un modelo analítico de inversión de fuente de última generación. Combinamos los resultados del modelo analítico con estudios recientes geofísicos, geoquímicos y de petrología para construir un modelo del sistema de plomo de los volcanes Irazú y Turrialba, situados a 10 km de distancia entre sí.

De acuerdo con los datos de nivelación de los sesentas, el modelo de inversión de fuente reveló la existencia de un reservorio ubicado entre 5-7 km debajo del cráter de Irazú, lo cual es más profundo de lo previamente publicado. Además, confirmamos que la ubicación de este reservorio coincide con el sistema de alimentación de medio-corteza que estuvo activo en el Turrialba durante las erupciones de 2010-2022. Utilizando estudios previos de tomografía sísmica, gravedad, petrología y geoquímica de los volcanes Turrialba e Irazú, así como otros estudios realizados en volcanes cercanos a nivel mundial, encontramos que es probable que los volcanes Irazú y Turrialba compartan un sistema de plomería de medio-corteza, sugiriendo que sus sistemas están interconectados.

Estos hallazgos tienen implicaciones importantes en la distribución espacio-temporal de la actividad volcánica y para los 2.8 millones de habitantes asentados en un radio de 50 km. Las observaciones durante episodios recientes indican que la inflación bajo el Irazú tiene el potencial de desencadenar actividad eruptiva en cualquiera de los dos volcanes. Si bien se requieren más análisis para evaluar el control tectónico sobre la actividad volcánica, los procesos tectónicos podrían dar forma tanto a la actividad volcánica a corto como a largo plazo. Estos resultados tienen implicaciones globales para las medidas de mitigación de riesgos en volcanes cercanos.